Lea Ferrer quiso ser astronauta, pero fue puta, y en ello encontró la felicidad. La historia de mis ocho pecados es su confesión sin victimismo, sin militancia, solo verdad cruda y luminosa. Una niña que soñaba con el cielo y acabó explorando cuerpos, dolores y ternuras.
Más informaciónEn pleno 8-M, trabajadoras sexuales alzan la voz contra la ley abolicionista. "No queremos que nos victimicen, queremos que nos escuchen", dice Lea Ferrer, escritora y prostituta. Exigen reconocimiento, derechos y dejar de ser silenciadas por la política.
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